A los padres que están iniciando su tarea con sus
hijos : BIENVENIDOS
“Las tareas
escolares”
1/2014
Las tareas escolares: Un desafío
Estimados
apoderados: Hemos iniciado un nuevo año lectivo lo que se supone que
existirán una serie de tareas por asumir:
Tal vez uno de los momentos más complejo en la vida de muchas familias
especialmente para aquéllos que comienzan sus tareas como padres. es la hora de hacer las tareas escolares.
Los niños se resisten, nosotros estamos cansados o necesitamos ocuparnos de
otras cosas y el caos parece instalarse. Conviene tener en cuenta que estudiar
es un hábito que se aprende y nosotros somos los principales responsables de
que nuestros pequeños lo adquieran.
¿Pero cómo podemos abordar esta situación?
Explicar el
porqué de las cosas en un niño es muy positivo El primer paso antes de comenzar
a hacer los deberes es explicarle a nuestro hijo, con palabras simples, por qué
debe estudiar cada día. Una vez que lo entienda, opondrá muchas menos
resistencias a incorporar el hábito diario de hacer tareas. No se sentirá
obligado sino partícipe del desafío.
¿Qué objetivos tiene “el hacer las tareas?
El objetivo central de las tareas es que los niños profundicen más en los temas explicados en clase y, además, practiquen solos en casa reforzando lo aprendido. Por otro lado, se busca involucrar a la familia en el proceso de aprendizaje de los pequeños. Son las palabras de aliento de los padres o el ejemplo de los hermanos haciendo sus propias tareas los que le confirman a nuestro hijo que está haciendo bien las cosas.
Las tareas pueden convertirse en sí en una herramienta de colaboración, solidaridad, apoyo y fortalecimento de los lazos familiares.
Horarios y espacios
Como todos sabemos, los hábitos
están conectados con ciertas rutinas. Así como después de cada comida les
enseñamos a nuestros hijos que deben ir al baño y cepillarse los dientes,
también conviene establecer un lugar en la casa y un horario para
realizar las tareas.
El lugar escogido puede ser cualquiera donde se pueda trabajar cómodamente y donde no se encuentren demasiadas distracciones como juguetes, la televisión o la computadora. De todos modos, es preferible que cuenten con un área, aunque sea pequeña, especialmente destinada al estudio en la que mantengan sus útiles y libros.
El lugar escogido puede ser cualquiera donde se pueda trabajar cómodamente y donde no se encuentren demasiadas distracciones como juguetes, la televisión o la computadora. De todos modos, es preferible que cuenten con un área, aunque sea pequeña, especialmente destinada al estudio en la que mantengan sus útiles y libros.
Es imprescindible establecer un horario fijo todos los días para hacer las tareas. Esto les genera a los niños una rutina y los ayuda a que no dejen las cosas para último momento. Por otro lado, disminuye los conflictos previos al inicio de los deberes porque le otorga previsibilidad. Si tenemos más de un hijo es conveniente que se escojan tiempos de estudio simultáneos, ya que si no se hace así, es muy probable que acaben molestándose unos a otros.
Otro hábito recomendado es que los viernes nuestros pequeños hagan todas las tareas de modo tal que el fin de semana les quede libre para disfrutar de sus actividades recreativas.
¿ Cuál deben ser las actitudes de los padres?
En primer lugar mantener una
actitud positiva. Los hijo necesitan
darse cuenta que valoramos todo lo que hace y que su tarea, aunque sea sencilla
para nosotros, es apreciada como cualquier otra. Si el niño percibe que los
deberes son algo importante para su familia, va a sentir que hay una buena
razón para hacerlos de la mejor manera posible y para terminarlos a tiempo.
No olvidar que la tarea es una responsabilidad de nuestro pequeño por lo que debe hacerla él solo. Es bueno ayudarlo, pero jamás hacerla por él porque no tenemos tiempo, no sabemos cómo explicarle algo o no tenemos paciencia de acompañarlo. Lo ideal es enseñarle a organizarse, a crear hábitos y a aprender el camino de la responsabilidad.
Apoyémoslo en las tareas, expliquémosle todo lo que esté a nuestro alcance y tengámosle paciencia si no entiende. De todos modos, tengamos en cuenta que no somos su educadora o profesora (or). Nuestra función es acompañarlo y demostrarle que estamos a su lado.
No olvidar que la tarea es una responsabilidad de nuestro pequeño por lo que debe hacerla él solo. Es bueno ayudarlo, pero jamás hacerla por él porque no tenemos tiempo, no sabemos cómo explicarle algo o no tenemos paciencia de acompañarlo. Lo ideal es enseñarle a organizarse, a crear hábitos y a aprender el camino de la responsabilidad.
Apoyémoslo en las tareas, expliquémosle todo lo que esté a nuestro alcance y tengámosle paciencia si no entiende. De todos modos, tengamos en cuenta que no somos su educadora o profesora (or). Nuestra función es acompañarlo y demostrarle que estamos a su lado.
Conozcamos algunas
estrategias
-
Si nuestro hijo está desconcentrado o sin ánimo, no lo
obliguemos a continuar. Salgamos con él a dar una vuelta al parque o realicemos
una actividad física tranquila durante unos diez minutos. Esto lo llenará de
energía.
-
En caso de que le cueste un tema en particular
conviene estimularlo, decirle que su trabajo quedó mucho mejor que el día
anterior o que lo está haciendo cada vez mejor.
-
Tengamos en cuenta que de los errores también se
aprende, por lo que no lo juzguemos rápidamente si hace algo mal. Poco a poco y
con nuestra ayuda irá sorteando las dificultades.
-
Tratemos de no tomar actitudes bruscas como borrar con
fuerza lo que escribió de forma equivocada o arrancar hojas de su cuaderno.
-
La paciencia es
importante en todas las actividades que encaremos en conjunto.
-
Revisemos la tarea juntos para asegurarnos de que
nuestro hijo la ha completado bien, pero enseñémosle poco a poco a tomar esa
responsabilidad por sí solo.
-
Mantengamos siempre contacto con el maestro para tener
claro cuál es el objetivo del curso y cómo se está desenvolviendo nuestro
pequeño.
Dirección de
Orientación.
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