Thursday, July 18, 2013

AGRESIVIDAD/AGGRESSIVENESS


Las conductas agresivas son conductas intencionadas que pueden causar daño, ya sea físico o psíquico. Conductas como pegar a otros, ofenderlos, burlarse de ellos, tener rabietas o usar palabras inadecuadas para llamar a los demás forman parte de la agresividad infantil.
Cuando algunos niños persisten en su conducta agresiva y son incapaces de controlar su fuerte genio, pueden sentirse frustrados causando sufrimiento y el rechazo de los demás.
       Según los expertos, la frustración facilita la agresión y es un excelente caldo de cultivo para que se desarrollen conductas agresivas en los niños.
       El comportamiento agresivo del niño es normal, pero el problema es saber controlarlo. Muchas veces, el niño provoca a un adulto para que él pueda intervenir en su lugar y controlar sus impulsos agresivos, ya que no puede con todo.
       Por eso, el niño necesita de un "no hagas eso" o "para con eso". Los niños, a veces, piden una riña. Es como si pidiera prestado un control a su padre o a su madre. Del mismo modo que los padres enseñan a caminar, a hablar o a comer a sus hijos, deben enseñar también a controlar su agresividad.

Controlar la conducta agresiva del niño

       Hay que tener cuidado para no devolver su agresividad con otra agresividad.
        La teoría del aprendizaje social afirma que las conductas agresivas pueden aprenderse por imitación u observación de la conducta de modelos agresivos.
       Es muy importante, por ejemplo, que el niño tenga y encuentre un buen modelo en sus padres.
       Los niños se relacionan con los demás de la misma forma que lo hacen sus padres. Si ellos mantienen una relación tranquila con los demás, el niño se portará del mismo modo delante de sus amiguitos. Si la relación es más bien hostil, probablemente el niño seguirá ese modelo de comportamiento.
       Educar a los niños es una tarea difícil, que requiere trabajo. Pero que vale la pena intentar acertar, mantener el equilibrio y procurar el consenso entre los padres para que en la educación del niño no ocurran fallos de doble comunicación.
       Si uno de los padres permite todo y el otro nada, eso confundirá al niño y probablemente se rebelará.
       Si uno de los padres permite todo y el otro nada, eso confundirá al niño y probablemente se rebelará
       El tener un comportamiento agresivo hace con que el niño tenga complicaciones y dificultades en las relaciones sociales. Impide a una correcta integración en cualquier ambiente.
       Es normal que un bebé se comporte llorando o pataleando, pero eso no debe ser considerado aceptable en las etapas posteriores.
       Hay que corregirlo. Y lo primero, es encontrar la causa.  Normalmente, cuando un niño sostiene una conducta agresiva es porque reacciona ante un conflicto.
       Por ejemplo, problemas de relación social con otros niños o con los mayores por no conseguir satisfacer sus propios deseos problemas con los mayores por no querer seguir las órdenes que éstos le imponen; y problemas con adultos cuándo les castigan por no haberse comportado bien, o con otro niño cuando éste le ataca.
        
       Con estos conflictos, los niños se sienten frustrados y construyen una emoción negativa a la cual reaccionará de una forma agresiva o no, dependiendo de sus experiencias y modelos.
       El niño puede aprender a comportarse de forma agresiva porque lo imita de los padres, otros adultos o compañeros.

 Consecuencias de una conducta agresiva

       Es normal que un bebé se comporte llorando o pataleando, pero eso no debe ser considerado aceptable en las etapas posteriores. Hay que corregirlo. Y lo primero, es encontrar la causa. 
       Normalmente, cuando un niño sostiene una conducta agresiva es porque reacciona ante un conflicto. Por ejemplo, problemas de relación social con otros niños o con los mayores por no conseguir satisfacer sus propios deseos; problemas con los mayores por no querer seguir las órdenes que éstos le imponen; y problemas con adultos cuándo les castigan por no haberse comportado bien, o con otro niño cuando éste le ataca.
        Con estos conflictos, los niños se sienten frustrados y construyen una emoción negativa a la cual reaccionará de una forma agresiva o no, dependiendo de sus experiencias y modelos. El niño puede aprender a comportarse de forma agresiva porque lo imita de los padres, otros adultos o compañeros.

Cómo aplicar límites a los niños

       Una disciplina eficaz a la hora de aplicar los límites a nuestros hijos es lo más importante. Para educar de manera eficaz a nuestros hijos debemos marcar las reglas en casa con el objetivo de cumplirlas.
        El secreto es hacerlo de manera coherente y con firmeza. Una de las consecuencias educativas de una falta de habilidad a la hora de establecer las normas y de marcar los límites puede ser la falta de respeto, que se produce cuando hablamos demasiado, exageramos en la emoción, y en muchos casos, nos equivocamos en nuestra forma de expresar con claridad lo que queremos o lo hacemos con demasiada autoridad.

10 consejos básicos para aplicar límites educativos

       Cuando necesitamos decir a nuestros hijos que deben hacer algo y "ahora" (recoger los juguetes, irse a la cama, etc.), debemos tener en cuenta algunos consejos básicos:

       1. Objetividad. Es frecuente escuchar en nosotros mismos y en otros padres expresiones como "Pórtate bien", "sé bueno", o "no hagas eso".
        Estas expresiones significan diferentes cosas para diferentes personas. Nuestros hijos nos entenderán mejor si marcamos nuestras normas de una forma más concreta.
       Un límite bien especificado con frases cortas y órdenes precisas suele ser claro para un niño. "Habla bajito en una biblioteca"; "da de comer al perro ahora"; "agarra mi mano para cruzar la calle" son algunos ejemplos de formas que pueden aumentar sustancialmente la relación de complicidad con tu hijo.
       2. Opciones. En muchos casos, podemos dar a nuestros hijos una oportunidad limitada para decidir como cumplir sus "órdenes".
        La libertad de oportunidad hace que un niño sienta una sensación de poder y control, reduciendo las resistencias. Por ejemplo: "Es la hora del baño. ¿Te quieres duchar o prefieres bañarte?". "Es la hora de vestirse. ¿Quieres elegir un traje o lo hago yo?
        Esta es una forma más fácil y rápida de dar dos opciones a un niño para que haga exactamente lo que queremos.
       3. Firmeza. En cuestiones realmente importantes, cuando existe una resistencia a la obediencia, nosotros necesitamos aplicar el límite con firmeza. Por ejemplo: "Vete a tu habitación ahora" o "¡Para!, los juguetes no son para tirar" son una muestra de ello. Los límites firmes se aplican mejor con un tono de voz seguro, sin gritos, y un gesto serio en el rostro.
        Los límites más suaves suponen que el niño tiene una opción de obedecer o no. Ejemplos de ligeros límites: "¿Por qué no te llevas los juguetes fuera de aquí?"; "Debes hacer las tareas de la escuela ahora"; " Vente a casa ahora, ¿vale?" o "Yo realmente deseo que te limpies".
        Esos límites son apropiados para cuando se desea que el niño tome un cierto camino. De cualquier modo, para esas pocas obligaciones "debe estar hecho", serás mejor cómplice de tu hijo si aplicas un firme mandato. La firmeza está entre lo ligero y lo autoritario.
       4. Acentúa lo positivo. Los niños son más receptivos al "hacer" lo que se les ordena cuando reciben refuerzos positivos.
        Algunas represiones directas como el "no" o "para" dicen a un niño que es inaceptable su actuación, pero no explica qué comportamiento es el apropiado.
        En general, es mejor decir a un niño lo que debe hacer ("Habla bajo") antes de lo que no debe hacer ("No grites"). Los padres autoritarios tienden a dar más órdenes y a decir "no", mientras los demás suelen cambiar las órdenes por las frases claras que comienzan con el verbo "hacer".
       5. Guarda distancias. Cuando decimos "quiero que te vayas a la cama ahora mismo", estamos creando una lucha de poder personal con nuestros hijos.
        Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal. Por ejemplo: "Son las 8, hora de acostarse" y le enseñas el reloj. En este caso, algunos conflictos y sentimientos estarán entre el niño y el reloj.
       6. Explica el porqué. Cuando un niño entiende el motivo de una regla como una forma de prevenir situaciones peligrosas para sí mismo y para otros, se sentirá más animado a obedecerla.
       De este modo, lo mejor cuando se aplica un límite, es explicar al niño porqué tiene que obedecer. Entendiendo la razón, los niños pueden desarrollar valores internos de conducta o comportamiento y crear su propia conciencia.
       Antes de dar una larga explicación que puede distraer a los niños, manifiesta la razón en pocas palabras. Por ejemplo: "No muerdas a las personas. Eso les hará daño"; "Si tiras los juguetes de otros niños, ellos se sentirán tristes porque les gustaría jugar aún con ellos".
       7. Sugiere una alternativa. Siempre que apliques un límite al comportamiento de un niño, intenta indicar una alternativa aceptable.
       Sonará menos negativo y tu hijo se sentirá compensado. De este modo, puedes decir: "ese es mi pintalabios y no es para jugar. Aquí tienes un lápiz y papel para pintar". Otro ejemplo sería decir: "no te puedo dar un caramelo antes de la cena, pero te puedo dar un helado de chocolate después".
       Al ofrecerle alternativas, le estás enseñando que sus sentimientos y deseos son aceptables. Este es un camino de expresión más correcto.
       8. Firmeza en el cumplimiento. Una regla puntual es esencial para una efectiva puesta en práctica del límite. Una rutina flexible (acostarse a las 8 una noche, a las 8 y media en la próxima, y a las 9 en otra noche) invita a una resistencia y se torna imposible de cumplir. Rutinas y reglas importantes en la familia deberían ser efectivas día tras día, aunque estés cansado o indispuesto. Si das a tu hijo la oportunidad de dar vueltas a sus reglas, ellos seguramente intentarán resistir.
       9. Desaprueba la conducta, no al niño. Deja claro a tus hijos que tu desaprobación está relacionada con su comportamiento y no va directamente hacia ellos.
        No muestres rechazo hacia los niños. Antes de decir "eres malo", deberíamos decir "eso está mal hecho" (desaprobación de la conducta).
       10. Controla las emociones. Los investigadores señalan que cuando los padres están muy enojados castigan más seriamente y son más propensos a ser verbalmente y/o físicamente abusivos con sus niños.
       Hay épocas en que necesitamos llevar con más calma la situación y contar hasta diez antes de reaccionar. La disciplina consiste básicamente en enseñar al niño cómo debe comportarse. No se puede enseñar con eficacia si somos extremamente emocionales.
       Delante de un mal comportamiento, lo mejor es contar un minuto con calma, y después preguntar con tranquilidad, "¿que ha sucedido aquí?". Todos los niños necesitan que sus padres establezcan las guías de consulta para el comportamiento aceptable.
        Cuanto más expertos nos hacemos en fijar los límites, mayor es la cooperación que recibiremos de nuestros niños y menor la necesidad de aplicar consecuencias desagradables para que se cumplan los límites. El resultado es una atmósfera casera más agradable para los padres y los hijos.

AGGRESSIVENESS

During childhood, aggresiveness outburts are normal.
Aggressive behavior tends to cause harm either physical or psychologically (hitting others, offending others, having tantrums or calling names are part of child aggressiveness).
Some kids persist in this type of behavior and are unable to control their moods plus they feel frustrated, make others suffer and are rejected by others.

       According to experts, frustration facilitates aggression.
       Aggressive behavior is normal in kids but the problem is how to control it. Many times, kids provoke an adult so he/she can interfere in his place and in this way, to control his aggressiveness.
       That’s why kids need a ”Don’t do that" or ”Stop with that". The same way, parents teach kids to walk, speak or eat, they must teach them how to control their aggressiveness.

HOW TO CONTROL AGGRESSIVENESS

       Do not fight aggression with aggression.
        The Social Theory of Learning says that aggressive behavior can be learnt through imitation or direct observation of aggressive role models.
       It is important for children to find good models in his/her parents.
       Kids relate to others the way their parents do. If parents keep good relationships with others, their kids will behave the same way with their peers. On the contrary, if the relationship is hostile, kids will probably follow that type of role model.
       Educating children is a hard task but worth trying, keeping a mutual consent between parents so their kids’ education has no problems due to faulty communication.
       One of the parents is too permissive and the other is not. This will confuse the kid and in turn, he/she will rebel.
       Aggressive behavior makes the kids have problems with their social relationships. It does not let kids  integrate into any environment.
       It is normal for a baby to cry or kick but those actions are not acceptable in later stages of development.

CONSEQUENCES OF AGGRESSIVE BEHAVIOR

       It is normal for a baby to cry or kick but those actions are not acceptable in later stages of development. This must be corrected and the first thing to do is to find the cause. 
       Usually when kids are aggressive is because they are reacting against a conflict, e.g. Conflicts with other kids or adults since they do not get what they want; conflicts with adults because they do not want to follow commands; conflicts with adults when they are punished for misbehavior or conflicts when they are attacked by other kids.
        Kids are frustrated with these conflicts and they build a negative emotion that later might or not become an aggressive reaction depending on their experiences. Kids learn to behave aggressively by imitating parents, other adults or other kids.

HOW TO SET BOUNDARIES

       The most important is to put discipline to work. Setting rules and following them through is key.
        The secret is to do it coherently and with a firm hand. One of the pitfalls when NOT setting rules and boundaries is the lack of respect. This is evident when we talk too much, exaggerate emotions. We must be clear when expressing what we want and avoid using excessive authority. 

10 TIPS WHEN EDUCATING

       When we ask our kids to do something here and now (pick up toys, go to sleep, etc) we must take into account these tips:
       1. Objetivity. It is common to hear expressions like: ”Behave yourself", ”Be good", or ”Do not do that".
        These expression mean different things for different people. Our kids will understand us better if we set our rules in a concrete fashion.
       Short phrases and precise commands are clear for most kids. ”Speak quietly in the library"; ”Feed the dog now"; ”Hold my hand to cross the street " are some examples that also build the sense of companionship with your kids.
       2.Give them Options. In many cases, we could give our kids a limited opportunity to decide how to comply with their ”commands".
        Freedom of opportunity makes kids feel a sense of power and control thus reducing resistance. For example: ”It’s bath time. Do you want to have a shower or a bath?". ”It’s time to get dressed. Do you want to pick your clothes or shall I do it for you? This is the easiest and fastest way to give two options and have kids do exactly what we want them to do.
       3. Be firm. When it really matters and when there is resistance to obedience we need to have a firm hand. For example: ”Go to your room now" or ”Stop!,your toys are not for throwing”. Setting limited boundaries is best applied when you use a confident tone of voice, without screaming and with a serious look on your face.
        With less strict commands, kids have the option of following them or not. For example: “Why don’t you take your toys away?"; ”You must do your homework now"; " Come home right now or ”I really need you to clean up".
        Being firm is between being authoritorian and being too permissive about rules.
       4. Be positive. Children are more receptive to do what we command them to do when they receive positive reinforcement.
        When we use direct expressions like “NO” or “STOP” we are telling them that their behavior is unacceptable but that does not explain to them which is the correct behavior.
        Generally speaking, it is better to tell kids what they must do (”Speak lower") instead of telling them what not to do (”Don’t scream"). Authoritarian parents tend to use more commands and to use the word “NO” while other parents change strong commands for clear phrases that begin with the verb “DO”.
       5. Keep your distance. When we say ”I want you to go to bed right now", we are creating a power fight with our kids.
        A good strategy is to state rules in an impersonal way. For example: ”It is 8, time for bed" and you point at the clock. In this case, some conflicts and feelings will be between the kid and the clock.
       6.Explain why. When children understand the reason of a certain rule as a way of preventing dangerous situations for themselves and others,they would be keen on obeying it.
       The best to do when giving a boundary is to explain children why they have to obey it. When children understand the reason, they develop internal values of behavior and create their own conscience.
       Instead of giving them long explanations that might even distract them, just use a few words. For example : ”Do not bite people. That will cause them pain "; ”If you throw away other kids’ toys, they will be sad because they will like to play with them some more ".
       7. Suggest alternatives. Everytime you set a new boundary to a kid, try to give an acceptable alternative.
       That will sound less negative and your kid will feel compensated. You might say something like this: ”that’s my lipstick and it is not meant to play with. Here you have paper and crayons". Another example: ”I can’t give some candy before dinner, but I can give you a chocolate icecream after ".
       When you offer alternatives, you are teaching them that their feelings and wants are acceptable.
       8. Be firm when you want your rules to be obeyed and followed through. Clear and fixed rules are key. Do not allow yourself to change them and become flexible. If you send your kids to bed at different times at night makes them resist the rule and it is impossible to obey. All family routines and rules must be followed everyday, even if you are sick or tired. If you give them the chance to change your rules, they will surely try to resist those rules.
       9. Criticize the behavior, not the child. Make it clear that you disapprove the behavior and that you are not blaming him directly.
        Do not show contempt.Instead of saying ”You are a bad boy/girl", we should say ”that is bad" (disapprove the behavior).
       10. Control your emotions. Research says that when parents are very mad, they punish children more seriously and verbal or physical abuse follows. 
       Count to ten at certain times according to the situation. Discipline shows kids how to behave. We can’t teach efficiently if we are overemotional.
       When faced with misbehavior, the best is to take one minute and then ask “What happened here?” Kids need their parents to establish the guidelines for acceptable behavior.
        The more experts we are at setting rules and boundaries, the greater the cooperation we will receive from our kids and the less need to punish them severely. The result is having a nicer home environment.

No comments:

Post a Comment