Dirección de Orientación.
Un documento que nos ayuda.
Papás de alumnos de Cuarto Básico
Estimados
apoderados: hago llegar un texto que nos
ayudará a conocer algo más a sus hijos a nuestros alumnos, en su edad, en su
nivel de formación. Gracias. Manuel
Barra Herrera. Director de Orientación y normas comunitarias,
CARACTERÍSTICAS
DEL NIÑO Y LA NIÑA DE 9 AÑOS.
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Cuarto año Básico.
“Según
Piaget, esta edad está en el subperiodo más avanzado de las “operaciones
concretas”. Su juicio de las cosas ya no depende de su conveniencia; los
conocimientos que adquiere son el trampolín para adquirir otros nuevos,
dándose cuenta de la utilidad de los mismos y puede, con facilidad, hacer uso
de las capacidades de observación,
reflexión, análisis y síntesis.
Su
principal vehículo de conocimiento es la palabra, tanto oral como escrita, en
su aspecto compresivo como expresivo. El desarrollo correcto del lenguaje es
vital. Su uso correcto facilita la maduración intelectual
Su
pensamiento lógico (que se inició a los 7 años) implica la capacidad de
reversibilidad. Repercute en su manera de pensar o razonar y también en sus
relaciones personales. Empieza a ser capaz
de poder ponerse en el punto de vista del otro y captar sus intenciones.
Tiene por fuerza que pertenecer, aunque sea
esporádicamente, a un grupo, o al menos, tener un amigo. De no ser así
puede indicar problemas de carácter o personalidad. La moral del individuo se
irá desarrollando poco a poco a través de la amistad entre iguales, el grupo,
el juego con sus reglas, etc. También es allí donde
adquiere autonomía, independencia y sentido de su futura libertad individual
y seguridad de criterios
Está
en una etapa de “interiorización”. Intenta captar
todo lo que el mundo exterior le ofrece para adaptarlo a su “mismidad”. Su comunicabilidad y sociabilidad es amplísima. Es consciente de
que el valor y sentido de las cosas no son solo lo que a él le parecen sino
que sirven para otros.
Es
como los niños/as aceptan las reglas de
juego podemos darnos cuenta del paso de la dependencia a la conquista de la
autonomía. Las reglas ya no vienen tanto de fuera ni son
intocables. Pueden modificarse si los componentes del grupo consienten en
ello.
Son
inflexibles, sobre todo, ante
las trampas en el juego, adoptando actitudes de estricta vigilancia. En el fondo,
sucede que cada uno tiene ganas de ganar, sea como sea, pero en el grupo está
su fuerza y es la conciencia del
grupo la que ayuda a la conciencia individual. Si la conciencia
de grupo se resquebraja, se vuelve hacia pautas anteriores y esperan que el
adulto venga en su ayuda.
Se
considera una edad feliz, pero no se puede tomar en su sentido estricto. El
psicoanálisis habla de “edad de latencia”. Los cambios que se están
produciendo en su sistema neurohumoral se
traducen en una emotividad muy poco estable: fluctuaciones anímicas fuertes,
sentimientos, tensiones, pulsiones, a veces en grados tan fuertes que llegan
incluso a culpabilizarse en gran medida. Pueden producirse depresiones.
Los
sueños a veces les provocan miedos. En ellos afloran aquellas cosas que
durante el día les pudo haber perturbado y que no habían sentido gracias a la
gran actividad que despliegan cuando están despiertos.
Se siente importante dentro de
la familia, queriendo que se le tome en serio, aunque necesita
mucha atención de los padres e incluso “mimos” a nivel físico. Es el momento óptimo de la identificación con el
padre de su propio sexo y tiene una gran necesidad de diálogos con ambos.
La escuela es su ámbito más
importante. Goza con los conocimientos que adquiere, se
interesa por averiguarlo todo y no siente las responsabilidades que luego le
traerán los cursos superiores.
Dada su enorme emotividad y
poca seguridad, los pequeños problemas de la escuela, las rencillas entre sus
compañeros e incluso la actitud de su propio maestro, pueden transformarse en cortas pero profundas
crisis. Su actitud puede experimentar enormes altibajos, que
él siempre tratará de justificar con racionalizaciones y que lograrán
preocupar y desconcertar a los padres.
El
maestro/a sigue siendo una figura muy importante. Es
una etapa muy competitiva y hay que aprovechar dicha energía para
transformarla en beneficio de un mejor rendimiento.
Si
un niño/a solo se relaciona con adultos, se convertirá en un ser heterónomo,
dependiente, incapaz de actuar y juzgar por sí mismo. Los niños/as quieren y
tienen que jugar entre ellos y ellas,
Si los padres actúan con habilidad, el niño contará
sin problemas sus vivencias, experiencias, deseos… y también estará ansioso y
atento por oír lo que sus padres quieren contarle
Los
niños/as son muy competitivos. Cuidado. Fomentar la competitividad para
mejorar el rendimiento escolar puede ser para unos fuente de acicate y
superación, pero para otros puede resultar contraproducente y ser fuente de
frustración si creen que no pueden llegar a alcanzar lo que se les pide,
adoptando entonces una postura pasiva y de derrota. “
Gracias.
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